Entrevista a David Azorín – didgeridoo Academy

Entrevista a - Davida

Hoy en nuestra sección de entrevistas disfrutamos de conversar con un murcianico, David Azorín, a quien cariñosamente llamamos Davida, melómano devoto y apasionado, quien además construye sus propios instrumentos.
En los albores de este milenio se encontró con este increíble instrumento, el Didgeridoo, desde entonces siempre tiene uno a mano para disfrutar de su sonido.

Davida

Did-Aca:  A las buenas Davida … ¿recuerdas la primera vez que escuchaste el didgeridoo?
¿Nos cuentas algo de tus comienzos?

Davida: Sí, creo recordar que fue a la tercera vez cuando conecté con él.

 

Mi primer encuentro fue en Viena año 97. Estábamos en un festival de arte en un parque, había diferentes espectáculos, uno era un didgeridoo hecho con una palmera, en la parte del final una esterilla y dentro de la campana que era gigante, un cojín para que la gente apoyara la cabeza, no le presté demasiada atención esa vez.

 

La segunda fue en un campamento de verano, una noche, uno de los monitores sacó uno pero no sabía tocarlo, le pedí que me dejase intentarlo y a la primera me salió el drone con algún armónico, todos se quedaron callados pero ahí se quedó (de saber lo que había dentro igual le habría hecho más caso).

 

Dos años más tarde fuimos a visitar a mi hermana, vivía en el Morreón, un poblado hippie de Órgiva, un vergel en un valle de senderos mágicos que ahora se encuentra sumergido bajo las aguas de un pantano.

 

Allí vivía Peter, quien nos invitó a todas a tomar un té en su casa cueva, la conversación se había vuelto muy tranquila y ya había oscurecido, se levantó a encender unas velas y sin decir nada, desde un ángulo donde no le veíamos, comenzó a tocar un didgeridoo. La cueva temblaba, nos quedamos en silencio los 15 minutos que estuvo sonando y aún unos largos segundos después de que parase, aún recuerdo justo el final, hizo un sonido que solo lo puedo describir como si coges el tiempo, le das la vuelta, lo enroscas y luego lo absorbes.

Me quedé completamente flipado esa tercera vez.
Fue un flechazo, supe al momento q ese instrumento se iba a convertir en una parte importante de mi vida.

Did-Aca: ¿Entonces fue Peter quien te enseño a tocarlo?

Davida: No, al día siguiente por mi cuenta me propuse aprender la técnica para soplar sin parar, encontré un tuvo fino de PVC, hice la boquilla con un poco de lija y me acomodé yo en una hamaca al lado del río, a las tres horas me levanté haciendo la respiración circular (habiendo deducido por lógica como se hacía).

Did-Aca: y ya está!, ¿Lo aprendiste sin más?, cuéntame algo más de aquella experiencia.

Davida:  Supongo que no estar influido por nada y creer en mi intuición me ayudó mucho.
Sentí como si recordase como se hacía.

 

Salté de la hamaca y fui corriendo a casa de Peter a decirle que ya sabía hacer la respiración y que me dejase probar con su didgerido.

Se echó a reír diciéndome que eso era imposible y que había gente que pagaba a maestros para aprender y aún con años de clases no aprendían. Yo esperaba paciente a que terminase de reírse.. entonces me lo dejó. 

 

Al ser mucho más grande, el sonido se me interrumpía, pero se dio cuenta que sabía la técnica y me grito, ¡ no puede ser!! SABES RESPIRAR!!!, y yo conteste con un drone largo, respirando varias veces(con el tubo de PVC).
Se puso la manos en la cabeza y salió corriendo como loco, trayendo a su vuelta un didgeridoo para mí, me pidió que por favor siguiera aprendiendo, se me ocurrió decirle en ese momento que no podía aceptarlo.

Did-Aca: ¿Rechazaste su regalo?

Davida:  No pude, un niño me cogió de la mano y a la fuerza me saco de la escena, me llevaba corriendo sin decirme dónde ni para que, entonces paró, me miró y me dijo: -cuando una persona te regala algo y tú lo desprecias es como dejar tirado una parte de ti mismo, porque si esa persona quiere de verdad que sea tuyo, eso ya te pertenece. Sin dejar de mirarme me dice, da igual lo que te regale, como si es su casa.
Agaché la cabeza y volví con las manos abiertas, para alegría y festejo de Peter.

Él fue quien me enseñó cómo trabajar la pita y no pasó mucho tiempo hasta que construí el primero.

Did-Aca: Ya q te resultó tan fácil.. ¿Que consejo darías a alguien que esté empezando?

Davida:  Le diría que lo tomen con suavidad y calma.
Que se relajen y que disfruten, que cada sesión de “práctica” sea un momento para esparcirse, que busquen un lugar con el mejor “rever” y se sumerjan en los matices de su sonido.

Did-Aca: Excelente consejo Davida. Chicos/as… tomad nota.
Did-Aca: ¿Crees q tocar el Didgerido puede ser una buena terapia de sanación?

Davida: Desde luego que lo pienso.. Es fantástico para ese motivo, diría más, para mí el didgeridoo es más que un simple instrumento musical.

 

Por experiencia propia y de gente cercana puedo afirmar que es un instrumento místico y poderoso, tiene algo de mágico imposible de entender pero fácil de experimentar.

Did-Aca: ¿Destacarías algo de los instrumentos que fabricas?

Davida: Mis didgeridoos son bastante humildes, me gusta usar resinas de árboles, aceites naturales, esencias y cera virgen. Soy partidario de 0 químicos en este instrumento.

La mayoría de los que he fabricado se han ido de regalo, siempre lo llevaba a todos sitios, dispuesto a compartirlo y tomé por costumbre la tradición de regalárselo a quien aprendía la circular de manera mágica y espontánea (con ayuda de mis ejercicios).
En esos momentos que ya han sido unos cuantos, me alegro mucho, me hace ilusión que el digeridoo se extienda por el mundo, en los principios también porque llegaba la hora de hacer uno nuevo y me acordaba de Peter y su gesto.

Did-Aca: ¿Siempre has enseñado a la gente de manera espontánea? o ¿también has organizado algún taller?

Davida:  Siempre de manera espontánea. Casi siempre he compartido de tú a tú. Alguna vez he organizado talleres dentro de encuentros tribales, tanto de construcción como de aprender a tocarlo.
Did-Aca: ¿Haces personalizaciones de didgeridoos según la persona que te lo encarga?
Davida:  Sí, los suelo hacer al gusto y necesidad de quién me lo pida. Dentro de las posibilidades que me brinda la madera de pita, hasta ahora es el único material que uso.
Did-Aca:  ¿Cuál ha sido el didgeridoo que más te ha dolido vender? me refiero ese didgeridoo que querías que fuese tuyo!
Davida: Pues hay uno del que aún no me he desprendido en mucho tiempo, es finito y largo, suena con un suspiro. Pero solo es eso, cuestión de que alguien me inspire a regalárselo.
Did-Aca: ¿Qué buscas en el sonido cuando fábricas tus didgeridoos?
Davida: Si es un encargo busco adaptarme al gusto, si es para mí, busco experimentar cada vez, hacer algo diferente y sacar mis conclusiones.
Did-Aca: ¿Y tienes alguna conclusión?

Davida: Sí, que todos suenan de gozo, da igual como lo hagas, cada uno te enseña algo.
Hay maneras de hacer que suenen más unos u otros matices, pero lo importante es que todos tienen magia y la capacidad de sorprenderte.

Did-Aca:  ¿Y aparte de Digerido haces otros instrumentos?

Davida: Sí, he hecho unos cuantos, me gusta tallar flautas dulces de caña con una navaja fina, me ha costado lo mío pero ya llego a afinar 3 registros completos en algunos modelos.

 

He construido una guitarra, y ahora mismo ando en proceso con dos.
Tambores chamanicos.
La semana pasada mi madre me propuso que hiciéramos un palo de lluvia como regalo de comunión para mi prima, con pita y astillas de bambú. Ha quedado de maravilla y creo que voy a hacer más de uno.
También me gusta mucho tallar ocarinas de barro.

Did-Aca:  ¿ De dónde te viene el gusto por este trabajo?

Davida: A mí me gusta decir tragozo, o como mínimo trasubo. Porque disfruto mucho haciéndolo, supongo que viene de mis orígenes, mi abuelo materno era tallista, hacían muebles de verdad, preciosos.
Mi padre aunque ejerció la educación física es un lutier apasionado.
Tengo una familia de artistas, si no es por una rama por la otra.

Did-Aca: ¿Tienes alguna web donde vendes estás artesanías?
Davida: Pues no, no estoy muy puesto con las tecnologías, tengo algún un anuncio en walapop, casi siempre ha sido de boca en boca y pocas veces cobrando.
Did-Aca: ¿Recuerdas tu primera venta de didgeridoo?

Davida: Sí, me marcó por lo mal que salió.
Fue un encargo, lo hice con mucho cariño, pirograbando la madera, incrustando marquetería, con sus colores y sus barnices. No se me ocurrió otra cosa que pedir 300€ por él. Bien, me los pago. Pero a los años me reclamó otro porque a éste le había salido carcoma.
Desde entonces aprendí que estos instrumentos (de pita) si no se cuidan se estropean. Y aunque se cuiden no están exentos de peligros, desde ese momento decidí hacerlos más sencillos, pedir la mitad y darlos con la única garantía de que llevan mi mejor intención.

Did-Aca: Has nombrado varias veces la condición mágica del didgeridoo, ¿puedes compartir alguna de esas experiencias?

Davida: Bueno, creo que esto solo se entiende bien si lo vives.
He sentido muchas veces como este instrumento amplifica tu vibración. Desde el punto de vista sonoro es algo obvio, lo que no se ve, a no ser que sea en ilustraciones, donde hay miles de ejemplos, es una energía que se desprende. Esta energía va en aumento conforme tu respiras y respiras; que nuestra energía o vitalidad aumenta al oxigenarnos también es obvio.

 

Algo sucede, se genera una conexión.

Como anécdotas puedo contar a modo de cuento fantástico para quien quiera creerlo… que con este instrumento me he sentido conectando con la tierra y con el resto de elementos, he compartido y confabulado con las nubes, el viento, la lluvia, los animales…
Me he bañado con rayos de Sol, polarizándose al atravesar cielos ennegrecidos.
La respuesta es instantánea, es lo que para mi hace tan especial este instrumento.

Una manera fácil de experimentar con esto es invocando la lluvia. Cuanto más disfrutas tú más disfrutan las nubes.

Did-Aca: ¿Quieres compartir alguna anécdota de experiencias vividas gracias a ese instrumento?

Davida: Sí, me gustaría compartir mi encuentro mágico con Christo y Magdalena.
Esta curiosa pareja él búlgaro y ella polaca viajaban a pie desde Órgiva a Barcelona, al encuentro de la vida sin más que su alegría, su motivación y su música.
Esa noche me fui al centro de Murcia a vender velas de cera y artesanía, tenía el puesto montado en un banco del parque de la merced y tocaba el didgeridoo para entretenerme. Después de unas horas sin éxito decidí acercarme al corrillo de zagales que disfrutaban de litros y los humos del verano. Deje el digerido apoyado en un árbol.
Antes, cuando estaba tocando, Cristo desde la lejanía me escucho y le dijo a Magdalena, ¿ves? ! ¡Sabía que teníamos que venir a Murcia!
Ahora estaban de vuelta y cruzaron por el parque. Cuando pasaron por nuestro lado Christo descubrió el didgeridoo apoyado en el árbol, miro a su alrededor y de entre todas las miradas se clavó en la mía, extendió sus manos y empezó a gritar al cielo !anduliahla! ! anduliahla! Inshalaaa!! Yo le imite y corrimos a abrazarnos. El resto de la banda nos miraba como a bichos raros. 

 

En ese precioso momento la policía apareció con su coche detrás de nosotros, como si no estuviéramos en el mismo plano de realidad y sin inmutarnos por el susto, Christo sacó una quena y me invitó a hacer música, después de un momento de música abrí los ojos y para mi sorpresa el parque se había quedado desierto, solo estábamos nosotras tres. De ese encuentro se forjó una bonita amistad que aún perdura.

Did-Aca: ¿Y nunca has pensado dedicarte de manera profesional al didgeridoo?
Davida: Pues hasta ahora no, pero después de tu encuentro soy consciente de que éste ya es un campo fértil, me planteo apuntarme a algún masterclas con alguno de los maestros de tu academia, quizás necesito explorar todas estas técnicas que desconocía, (por lo menos desconozco los nombres) seguro que algunas las hago sin saberlo. Sería fantástico encontrar gente en Murcia con ganas de aprender. En ese caso para mí, sería un verdadero placer y tragozo dedicarme a enseñar.
Did-Aca: Davida muchas gracias por compartir con nosotros una parte de tu vida, un verdadero placer.
Davida: ha sido todo un gusto, y un redescubrir este mundo, gracias a vosotras por contar conmigo.

Contacto:

Aquí os dejamos un audio de uno de los didgeridoos de Davida en dos formatos AAC y MP3, así como un enlace a su perfil en Wallapop por si quereis ver alguno de sus didgeridoos. Perfil de Wallapop

ACC

Mp3

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